EMDR, un descubrimiento accidental
Francine Shapiro es la creadora de EMDR, psicóloga estadounidense,
en la actualidad investigadora en el Instituto de Investigación Mental de Palo
Alto (California).
Desde su profesión como doctora en literatura sentía mucho
interés por la psicología conductual gracias a la lectura de clásicos como J.
Wolpe y A. Salter. En este momento de su vida le diagnosticaron cáncer, lo que le
marcaron nuevas inquietudes, en sus propias palabras «cuando nos ataca una
enfermedad potencialmente fatal, puede convertirse en un evento que cambia
nuestra vida... el tiempo cobró para mí una nueva dimensión».
Se dedicó entonces, a estudiar la interacción entre la
enfermedad y los agentes estresores del mundo que nos rodea. Aunque su cáncer estaba
curado, nadie le garantizaba que no volviera a aparecer. Y centró su búsqueda
en los métodos psicológicos y fisiológicos que pudieran aumentar su salud, en
este contexto decidió profundizar en los efectos del estrés en el sistema
inmunológico.
El uso en el tratamiento psicoterapéutico de EMDR se basa en un descubrimiento fortuito de su autora, quien cuenta como un día, en la primavera de 1987, al salir a caminar, se dió cuenta cómo súbitamente desaparecían alguno de los pensamientos perturbadores que experimentaba en ese momento, y que a su mente venían esos recuerdos que ya no eran tan inquietantes y cuestionaba la validez de las creencias que esta ese momento habían sido inamovibles. Lo que más le llamó la atención ese día fue que los pensamientos molestos habían cambiado y se desvanecieron mientras paseaba sin ella hacer ningún esfuerzo.
El uso en el tratamiento psicoterapéutico de EMDR se basa en un descubrimiento fortuito de su autora, quien cuenta como un día, en la primavera de 1987, al salir a caminar, se dió cuenta cómo súbitamente desaparecían alguno de los pensamientos perturbadores que experimentaba en ese momento, y que a su mente venían esos recuerdos que ya no eran tan inquietantes y cuestionaba la validez de las creencias que esta ese momento habían sido inamovibles. Lo que más le llamó la atención ese día fue que los pensamientos molestos habían cambiado y se desvanecieron mientras paseaba sin ella hacer ningún esfuerzo.
Percibió que cuando tenía en su mente pensamientos
perturbadores, sus ojos iniciaban movimientos rápidos, de abajo hacia arriba y
de manera espontánea. De nuevo los pensamientos se marchaban, y se reducía su
carga negativa. Empezó a realizar movimientos oculares de manera deliberada a la
vez que se concentraba en sus pensamientos y sus recuerdos desagradables.
Descubrió que esos pensamientos desaparecían y perdían carga emotiva.
Días después experimentó esto con amigos, colegas y personas
asistentes a talleres de psicología con malestar no patológico. Tras la
pregunta «¿sobre qué problema quieres que trabajemos?» las personas elegían
trabajar sobre recuerdos, creencias y situaciones, muchas de ellas de la
infancia. Les indicaba cómo había movido ella los ojos, les pedía que imitaran
dichos movimientos oculares mientras
recordaban sus problemas. Francine probó distintos movimientos oculares al
observar algunas dificultades en la práctica y solicitó a las personas que
cambiaran su atención a distintos aspectos del recuerdo o de los sentimientos.
Después de trabajar con 70 personas voluntarias elaboró un
procedimiento que logra disminuir el malestar de forma consistente.
A partir de esta etapa inició una serie de investigaciones
que desde entonces han demostrado los resultados del método, resaltan los
estudios científicos de numerosos investigadores con distintos grupos de
pacientes: los veteranos de la guerra del Vietnam que mostraron mejoría en
recuerdos, flashbacks, pesadillas y otros síntomas de trastorno por estrés
postraumático; personas con fobias y trastornos de pánico; víctimas de ataques
violentos; personas con pérdidas de seres queridos o intervinientes en
accidentes que causaron muertes; niños víctimas de ataques o desastres
naturales; víctimas de abusos sexuales que pudieron llevar vidas normales y
mejorar sus relaciones íntimas; víctimas de accidentes, de cirugías y de quemaduras
con secuelas emocionales; personas con disfunciones sexuales que pudieron
iniciar relaciones sexuales saludables; personas dependientes de sustancias y
jugadores patológicos cuya tendencia a recaer se redujo notablemente en las
investigaciones; personas con trastornos disociativos que progresan más rápido
que con otros métodos más tradicionales; personas con ansiedad de ejecución (en
negocios, teatro, en la escuela o deportistas); trastorno dismórfico; en dolor
crónico, y personas con variedad de sintomatología del trastorno de estrés
postraumático. En la actualidad, se sigue investigando y ampliando los
colectivos diana de intervención, resalta su uso en niños y niñas con
protocolos adaptados. Y en las últimas investigaciones no solo en Estados
Unidos, también en España, se profundiza en los trastornos de personalidad y el
trastorno bipolar, problemas de salud mental que continuan siendo un reto en el día de hoy y de
los futuros avances psicoterapéuticos.
Estas indagaciones y su aplicación por numerosos terapeutas
han llevado a un continuo perfeccionamiento del procedimiento, se amplia de
forma constante su aplicación a distintas expresiones del malestar psicológico
y se profundiza en el entendimiento de lo que sucede en la persona,
neurológicamente cuando se usa terapéuticamente EMDR.
Partir del supuesto que los recuerdos disfuncionales se
procesan en al mente y se convierten en adaptativos llevaron a F. Shapiro a
llamar al método Eye Movement
Desensitization and Reprocessing (EMDR), Desensibilización y Reprocesamiento
por Movimientos Oculares. Después de conocer el origen, explicar este modelo de
trabajo es el objeto del siguiente artículo.
Gracias por esta explicación tan accesible sobre EMDR. Lo que me ha llamado la atención es que, una vez más, algo tan grave como puede ser un cancer se termina reconvirtiendo en algo tan positivo como descubrir una técnica para ayudarse y ayudar a los demás, gracias a que F.Shapiro tuvo la mente y los ojos abiertos.
ResponderEliminarMagnífica lección.
Tienes razón Sofia, de nuevo una lección de vida, con entereza, paciencia y creatividad se sale de situaciones muy complicadas.
EliminarMe gustaría que practicaran esta técnica en mi persona. ¿Quien tiene Titulación en Cáceres, para poder aplicarla?
ResponderEliminarComo puedes ver en la parte del blog en la que resumo mi perfíl,cuento que estoy acreditada para relizar EMDR por la formación homologada por F. Shapiro en España, a través de EMDR Europa.
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