Perder amigos y el dolor del rechazo no es cosa de niños

                                                                       

                                                                                                                                Artista argentina, Sofia Bonati

No es cosa de niños perder amigos, sufrir si sentimos el rechazo de alguno de ellos, nos puede pasar de adultos. Si el anterior post lo dediqué a los niños, me voy a detener sobre el impacto como adultos de perder amigos. 

Puede ser una experiencia difícil y dolorosa, es importante recordar que es un sentimiento común. 

Encontramos diferentes factores que pueden ser determinantes, la evolución biológica como respuesta adaptativa a la supervivencia, las experiencias tempranas durante la infancia que influyen en la forma de percibir el rechazo o cómo afecta la autoimagen, sabemos que con baja autoestima es probable sentir temor al rechazo de los demás.

Son muchas las razones por las que nos puede suceder, desde cambios en las circunstancias de vida, falta de tiempo, conflictos, diferentes intereses o valores, comunicación insuficiente, falta de compromiso, envidia, hasta celos o traición.

Mantener una amistad requiere esfuerzo y compromiso y cuando estos elementos faltan, las relaciones pueden desvanecerse.

Es natural sentirse triste ante esta situación. Sin embargo, la tristeza también puede ser una herramienta útil para procesar y aceptar la pérdida de amigos. Es una emoción que permite expresar nuestra aflicción y dolor cuando experimentamos una pérdida significativa, como la pérdida de un amigo. Al tolerar sentir y expresar nuestra tristeza, podemos comenzar a procesar nuestras emociones y a dar sentido a nuestra experiencia de pérdida.

Al mismo tiempo, la tristeza puede ayudarnos a decir adiós de una manera saludable y respetuosa. Al aceptar nuestra tristeza y dolor, podemos reconocer y asumir que la relación ha terminado, puede ser el primer paso para seguir adelante y construir nuevas relaciones.

Es importante recordar que el proceso de decir adiós en una relación de amistad puede llevar tiempo y esfuerzo, y no hay un camino único o "correcto" para hacerlo. Sin embargo, permitirnos sentir y expresar nuestra tristeza puede ser un paso importante en su desarrollo.

No hay nada de malo en sentir tristeza, puede ser un paso importante para procesar y aceptar la pérdida de la amistad. Con el tiempo, es la vía para sanar y comenzar a construir nuevas relaciones.