Las obsesiones



 A lo largo de la historia numerosos personajes, conocidos por su contribución a la humanidad, han padecido problemas psicológicos. El caso de Einstein tan famoso por su teoría de la relatividad como por su revolucionario pensamiento, sufrió un trastorno obsesivo compulsivo, otros como Darwin quien desarrolló la teoría de la evolución de las especies, también padeció este problema.  
No hace mucho, el futbolista David Beckham hizo público “tengo TOC y todo debe estar ordenado en línea recta y siempre deben ser pares”.


En ocasiones, todos necesitamos comprobar si todas las luces de casa están apagadas, tenemos temor de contraer una enfermedad o no olvidamos una canción que hemos escuchado y vuelve a la mente.
Pero estos hechos normales los diferenciamos de esas otras ocasiones en las que hay personas que precisan lavarse 25 veces por temor a contaminarse, verificar 10 veces si han cerrado puertas y ventanas o repetir una secuencia de números reiteradamente para reparar un error.

La diferencia entre ambas situaciones es lo que define el trastorno obsesivo compulsivo –TOC–, un trastorno de ansiedad caracterizado por obsesiones y compulsiones que interfieren en la vida cotidiana, afectando a las relaciones sociales, familiares y al ámbito laboral.

Las obsesiones son pensamientos, imágenes o impulsos repetitivos, indeseables e inaceptables para la persona, a quien le cuesta que no aparezcan en su mente.
A menudo se acompañan de alguna forma de resistencia que provoca sufrimiento, disgusto o incomodidad. Aparecen con frecuencia en la infancia y adolescencia, evolucionan a lo largo de la vida pudiendo surgir, empeorar o desaparecer en distintos momentos, dependiendo de las circunstancias.
El contenido de las obsesiones puede considerarse absurdo o inapropiado. Los temas recurrentes en las obsesiones varían, pueden estar referidos a la contaminación, agresiones, actos sexuales inaceptables, la religión, el orden, la simetría o la precisión.

Las compulsiones son conductas manifiestas o actos mentales, a menudo repetitivos y estereotipados, normalmente se realizan en respuesta a una obsesión para prevenir o reducir el malestar o estrés que produce. Son vividas como una urgencia interna de actuar para aliviar la tensión, percibiendo poco control voluntario sobre la conducta. Las compulsiones más comunes son las palabras, frases o acciones, la acumulación o el orden. A menudo la persona entra en conflicto entre resistirse al ritual y la compulsión de realizarlo.

El funcionamiento de las obsesiones hace que se conviertan en un círculo vicioso, aparece el pensamiento intrusivo que es interpretado como amenazante, la persona se considera responsable por lo que intenta prevenir o aliviar su aparición o aliviar su presencia. En la lucha contra las obsesiones para calmarlas, se consigue una reducción pero esta es pasajera y las obsesiones se hacen más fuertes. El modo para intentar neutralizarlas  en la mayoría de las ocasiones son las compulsiones, acompañados de la sensación de urgencia interna de actuar.

Si nos centramos en las causas es preciso hablar de interacción de factores neurológicos, biológicos, ambientales y procesos cognitivos.
Las investigaciones basadas en imágenes neurológicas reflejan que la actividad cerebral difiere, así una persona con TOC presenta más actividad en la corteza frontal cerebral y muestra una actividad neuroquímica anormal.

El TOC afecta tanto a la persona como a su familia, el tratamiento es importante que incluya educación para que sus miembros entiendan el significado de este trastorno.  Con la terapia individual se plantea el objetivo de controlar las pensamientos disfuncionales, los temores asociados, la conducta y sus consecuencias y restablecer estrategias de afrontamiento.

Desde los modelos de tradicionales de psicoterapia como cognitivos, conductuales o sistémicos se ofrece una ayuda adecuada a los personas con este problema. Pero hay que añadir que los nuevos paradigmas proponen modelos neurofisiológicos, como ejemplo las técnicas de integración cerebral -TIC-o la Programación Neuro-Lingüística –PNL-, se centran en la manera en la que el cerebro codifica la información y están demostrando eficacia para reducir la intensidad de obsesiones y compulsiones.





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